En la semana de la MODA en PARIS, Karl Lagerfeld deslumbró con su colección y la puesta en escena. La pasarela fue como una especie de glaciar, la propuesta estuvo centrada en los efetos del calentamiento global principalmente en el deshielo de los glaciares..
Esta colección de moda mostro unos enormes abrigos de pelo tipo yeti, mucho pelo sintético, punto grueso y prendas de nieve haciéndola llamativa y muy invernal. Lagerfeld vuelve a apostar por el tweed, la seña de identidad de la casa, que revisiona una vez más, presentándolo en trajes de chaqueta, abrigos e incluso combinándolo con la piel.
Se vieron también
vestidos de cashmere y jerseys gruesos. El negro tomó por un momento la pasarela en contraste con el fondo de hielo. Pero, pronto cambiamos al azul con que se identifica éste y al blanco nieve. Se vieron suaves
vestidos de crepé, así como Reinas de las Nieves en diferentes versiones, pero siempre con
un gran abrigo por encima; y cuando no se esperaba más color, porque Chanel no suele salirse del típico blanco y/o negro, se introducen los rosados en la colección, en pantys, faldas y chaquetas, creando un look muy femenino y delicado.
